Os cuento por qué.
Más o menos a eso de las tres menos diez, la madre de la familia me llama para preguntarme si estaba en casa, y que si pensaba salir, que tuviera cuidado, por que había un ladrón rondando las calles de Sunbury. No un ladrón cualquiera, de estos que asaltan casas cuando saben que la gente está fuera, sino uno armado y bastante peligroso, que por lo visto había salido de una prisión en Kent bajo fianza el Sábado pasado.
(Y yo pensando, "Ay omá que el sábado estuve en Canterbury, Kent...")
Su nombre, Michael Wheatley y su apodo, Skull Cracker, un hombre de 55 años con numerosos delitos de robo a bancos y entidades a mano armada. Vale, no os quiero alarmar más, pero podéis imaginad como estaba yo cuando Sabina me dijo que googleara su nombre para ver una foto de él en caso de que "llamara a la puerta".
El artículo del Daily Mail me acojonó, aunque parezca tonto, porque el tal Skull Cracker había cogido un tren hasta Londres, el lunes fue visto en el pueblo de Twickenham (donde yo me encontraba el domingo), y esta mañana había irrumpido en Chelsea Building Society, aquí en Sunbury, asustando a las dependientas y llevándose una cuanta pasta.
Después de esto, seguí el consejo de la madre de cerrar puertas y ventanas, poner la cadena a la puerta principal, no salir en lo que quedaba de día sino era para recoger a los niños, y en un ataque de inspiración, esconder mis tarjetas de crédito, sólo por si acaso.
Acabo de sacar una del cajón de las compresas... porque Sabina acaba de mandarme (bueno, hace media hora, ¿OK?) un mensaje diciendo:
Panic over "skull cracker" has been captured.
En fin, que ha sido un sustillo de unas tres horas. Es increíble la rapidez y la eficacia de la policía inglesa, este cráneo sólo ha estado libre un par de horas desde que cometió el robo esta mañana a las 10; lo más probable es que esto pasa en España y el hombre hubiera estado dando tumbos por toda la zona varias semanas. Si lo pillan.
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