El mundo de la Aupair (VI): Pesadillas (II)

En la última entrada sobre algunas posibles pesadillas aupair-ianas hablé de algunas pesadillas que había tenido durmiendo tales como tener un TERCER accidente de coche y equivocarme de camino conduciendo (¿tendría que añadir una tercera pesadilla que he tenido sobre perder el vuelo a España?), pero en esta entrada me gustaría hablar de algunas pesadillas que lamentablemente viven o han vivido muchas aupairs.

ATENCIÓN: Si estás pensando ser au pair, quizás este artículo no es para ti.



The one badly paid.

En relación al salario puede decirse que hay dos tipos: las normales, que suelen cobrar entre 75 y 90 libras a la semana, y las que cobran más de 100 (bien porque la familia es muy buena o por que la aupair da más horas).  Además, pueden ofrecer pagar las clases y/o el transporte y/o el teléfono, y/o el gimnasio, o todo incluido.
Vale, pues conozco una buena amiga, a la que llamaremos S y que me ha dado permiso para contar en este blog su experiencia, con las siguientes condiciones:

Básicamente, esta familia le ofreció 60 libras a la semana con posibilidad de aumentar a 70 a los dos meses, y 80 a los cuatro meses. Como la diferencia con la media (75-80) no era tan grande, esta muchacha pensó que perfecto.
Pero claro, teniendo en cuenta que las academias son bastante caras, y que en transporte ya se puede ir la mitad del salario, mi amiga se quedó un poco upset con la familia.
Y no quedó ahí: le hicieron pagar los viajes a la piscina con la niña durante un mes, se retrasaban con los pagos e incluso llegaron a decirle: ¿Pero para qué quieres ver esas piedras? cuando ella insinuó que necesitaba SU dinero de las últimas dos semanas para el viaje a Stonehenge. Y cuando ella insistío, el padre casualmente tenía 140 libras en la cartera ese día...

 

The one living in the middle of nowhere.

He aquí una amiga, a la que llamaré M, que vivía en mitad de la nada, en un casita perdida de la mano de Dios en un pueblecito de Kent. Esta au pair vivía con una familia monoporental formada por un padre que destrozaba su ropa al poner la lavadora, y que se negaba a coger el coche para transportarla hasta la parada de autobús más cercana, que estaba a unos cinco kilómetros...
Durante los cuatro meses que M vivió con ellos:
- Apenas salía los fines de semana (por lo que al final acababa pringando también sólo por estar en la casa)
- Aprendió poco inglés puesto que el padre poca conversación tenía al llegar a casa
- Se fue quedando cada vez con menos y menos ropa...

The one rejected.

Otra conocida aupair, de letra K, se encontró con que a la semana de llegar, ´fue "rechazada" por la familia por ser demasiado joven. Y digo yo, ¡si dieciocho años es la edad normal para empezar a ser aupair!
Además, normalmente, antes de meter media habitación en tu maleta y embarcarte en el viaje de tu vida, la aupair habla con la familia mediante skype o al menos mantiene convesación por correo, con lo que me imagino que intercambiaron los datos de nacionalidad, edad, fumadora o no fumadora, etc; así que esa familia ya sabía que tenía 18 años cuando le dijo a K: ¡contratada!
Lo más gracioso es que empezaron diciéndole que tenía una semana para encontrar una nueva familia. Al día siguiente le dijeron cinco días y por la tarde, que en dos días tenía que irse porque llegaba la nueva aupair...




The one with the poo


Vale, todo lo anterior puede llegar a soportarse hasta ciento punto, pero cuando te encuentras con una mierda en el suelo del cuarto de baño, dices `hasta aquí he llegado´. Y es que durante las primeras semanas, mi nombrada amiga S, la mal pagada, también fue puesta a prueba por una niña de 8 años con el coeficiente intelectual de Stephen Hopkins y la maldad del señor Burns.
Dicha niña cogió y un día que estaba inspirada, fue al baño, hizo caca, y la cogió con papel de periódico para dejarla no-me-acuerdo-dónde. Claro que si pensamos que dicha niña también era propensa a escupir cada 10 segundos, la cosa no se ve tan rara. O quizá sí...



The one deceived


Por lo menos la familia anterior le dijo a la muchacha la razón por la que se "deshacían de ella", pero es que mi nombrada amiga M, en su segundo intento como aupair, no tuvo esa suerte. Un día llegó a casa y la madre le dijo que no le habían renovado el contrato de trabajo para el mes próximo, por lo que estaría en casa y ya no necesitarían una aupair. M pensó, `es lógico´, así que empezó a buscar algún otro trabajo de aupair hasta que se dio cuenta de que la madre se conectaba a la páginas de aupair.
Conclusión, se deshicieron de ella mediante engaños y ni siquiera le dijeron por qué. Pero la cosa no acabó ahí, antes y después de marcharse le hicieron varias triquiñuelas más, como decidle que le tenían que devolver el móvil y la SIM que le habían regalado por su cumpleaños (la SIM con saldo pagado por M) e incluso le denegaron enviarle la tarjeta de la NHS que había llegado a casa.
No me extraña que mi amiga haya acabado harta de lo ser aupair y haya probado por trabajar en el Pret à Manger.




The one in the mansión.

Y recuerdos a mi amiga/prima L, cuya familia se la llevó a su mansión encantada de Dorset el primer fin de semana que llegó a Londres para hacer de babysitting de dos niñas hiperactivas de tres y cinco años. Le pagaron bien, pero no es bonito que de repente te encuentres que no puedes salir de una casa (por muy grande que sea) cuando lo que quieres es explorar esa maravillosa ciudad que es Londres.

A partir de entonces, cada dos fines de semana se van todos a la mansión de las afueras (a unas cuatro horas de Londres) y le pagan bastante bien por estas horas extras, pero aun así, cuando mi prima habló con la familia y le dijeron todas sus obligaciones, lo de los fines de semana en la mansión encantada no estaba escrito por ninguna parte.



Éstas son experiencias que han vivido algunas de mis amigas más cercanas, pero se leen cosas a veces peores en las páginas de Facebook tales como Aupairs in London, Aupairs españolas, etc, donde se ven muchas entradas pidiendo consejo y buscando familia. Y es que si no nos ayudamos entre nosotras, ¿quién?

¡Un beso y todo mi apoyo para estas aupairs!