domingo, 20 de octubre de 2013

La vuelta en Taxi

Como ya he comentado, cuando sales de fiesta, la vuelta a casa suele ser un poco complicada. El tren o el metro tiene un período inactivo entre las una y las cinco de la madrugada, que suele ser cuando la mayoría de los jóvenes se recogen en este país, y mientras esperamos al 2015 para que funcione las 24 horas, habrá que buscarse alternativas.

Mi noche de fiesta en Tiger Tiger terminó a eso de las 1 y media de la madrugada (se nos hizo difícil aguantar más en ese lugar...) y para los que tienen un autobús que les lleve directo hasta casa, lo único que tendrán que hacer es encontrar su parada y esperar las dos horas correspondientes...

Pero para los que no tienen autobús directo (como es mi caso), se encuentran en la disyuntiva de quedarse de marcha hasta que los trenes vuelvan a funcionar, coger el último tren con lo que no hay marcha ni nada,... o coger un taxi. Nunca me han gustado los taxis, por lo caro que son y los caraduras que son algunos, sobre todo si saben que no eres de la zona y nos da vueltas y vueltas (que ya me ha pasado otras veces).

Os explicaré mi anécdota y al final de la entrada concluiré con algunos consejos para que os desenvolváis mejor de lo que yo lo he hecho...

A las 2:00 cogí con mis amigas en Piccadilly el N22 autobús hacia Twickenham, que tardaría una hora en llegar. Una vez allí mis opciones eran, o coger un taxi o esperar al autobús hacia Heathrow a las 4:15 y hacer transbordo. Conclusión, llegaría a casa a eso de las 5. La opción más recomendable parecía ser la de coger un taxi, pero tampoco sabía si habría taxis ondulando por la zona o tendría que averiguármelas con google para llamar a la compañía de taxis. Eso ya sin contar con lo que valdría...

Sin embargo, parece que esa noche conté con una estrella en mi cabeza, porque un grupo de jóvenes que se habían sentado a nuestro lado algunas paradas atrás, justo hablaban de tomar un taxi en Twickenham. Mis amigas y yo nos quedamos sorprendidas y les preguntamos por el número para llamar a un taxi; una de las chicas nos preguntó a dónde íbamos y yo les dije Sunbury. Sorpresa de las sorpresas, ellos iban a Felthan, que quedaba a medio camino entre Sunbury y Twickenham, así que ofrecieron de que me fuera con ellas y al menos podríamos compartir medio trayecto.

Cabe decir que me quedé de una pieza, y muy agradecida. Al llegar a Twickenham lo dos taxis nos esperaban, nos dividimos en tres (chicos) y tres (chicas), indicamos al taxista nuestro código postal, y allá que fuimos.

Al llegar a Feltham, el total a pagar fueron de 25libras. Las dos chicas que iban conmigo fueron tan amables que pagaron 10 libras cada una y me dejaron sólo 5 libras. Una de ellas incluso me dio su teléfono para que al llegar a casa le dijera que estaba "a salvo".

El asunto es que me quedé sola en el taxi rumbo a Sunbury... ¿he dicho ya que nunca me han gustado los taxis? Y menos quedarme sola en uno. Con la intención de no pagar mucho más,  le hablé al conductor de que ese recorrido lo hacía con el coche cada día, de que el otro día había ido al Asda de enfrente..., en plan: "me conozco todo esto así que no me tires por Roma".

Todo bien hasta que en una rotonda de Sunbury, ponía "Road closed ahead" en la salida que me lleva a casa, y el taxista tomó una ruta alternativa. Nuestra conversación en nuestro inglés de guachi guachi (el mío españolizado y el suyo con acentazo):
- No está cerrado, esoes más adelante... -yo.
- Por si acaso, rodeo la estación...
- No, me bajo aquí mismo, que allí me pilla más lejos
- No puedo, tengo que llevarte a tu casa.
- Para aquí mismo, por favor -ya empecé a subir el tono.
- Pero no puedo parar aquí. Doy la vuelta y ya está...
Tira por detrás de la estación.
- ¡No! ¡Que es por ahí! Para aquí - yo (se nota mi nerviosismo).
- ¡Pero que esa es dirección prohibida!
- Pero es que no quiero pagar más...

Al final terminó explicándome que el recorrido entero hasta mi casa ya estaba pagado (eran las 25libras de ante) y que en su política de empresa era dejarme en la dirección que había solicitado. Pero que no le gustaba la gente que gritaba a los taxistas, que él era un persona seria y con licencia de una empresa, no un taxi que coges en la calle...
Me disculpé y al final incluso me dio la tarjeta de la compañía por si necesitaba más taxis. Una vez en camita, fui a mandar un mensaje a la muchacha cuando vi el suyo:

Hello it´s Kim from the taxi/bu. Let me know that you get home ok. Remember we have paid for the taxi already. ///  Hola, soy Kim la del bus. Avísame cuando estés en casa. Recuerda que ya hemos pagado por el taxi.

A buenas horas mangas verdes...


*

Consejos sobre Taxis.


1. Coger un taxi que tenga siempre licencia. Ya se sabe, con la crisis cualquiera se hecha a la calle.

2. No coger un Black cab, los taxis negros tan famosos de Londres. Este consejo me lo dio mi familia, porque por lo visto este tipo de taxis son muy caros. El hecho de que su propina sea tan grande es que para adquirir la licencia tuvieron que pasar un examen de dos años, conocido como "The Knowledge".  Este examen es bastante difícil, teniendo que memorizar unas 20.000 calles de Londres y aprender a calcular la ruta más directa entre dos puntos. Casi nada.

 
 
Como alternativa, están los minicabs, coches normales, que necesitan reserva por teléfono la mayoría de las veces. Por lo visto hay que preguntar la tarifa al momento de la reserva y confirmársela al conductor. 
 
3. Ir siempre en grupo. Creo que todo el mundo sabe que cuantos más, a menos caben a la hora de pagar.

4. Llamar a la compañía de taxis local. El muchacho del taxi me explicó que al ser de Sunbury, me salía más barato pedir un taxi en mi localidad que en la de Twickenham, por ejemplo.

5. ¡Asegurarse de que has pagado ya el trayecto! Sobre todo para evitar discutir con el conductor...



Pues hasta aquí mi experiencia londinense con los taxis, aunque no ha terminado todavía. En dos semanas viene mi familia y me imagino que pediremos taxis para los traslados del aeropuerto a casa, a ver que tal.
¡Un beso y bye!

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