Llego con un día de retraso porque el día de Reyes en España se celebra -como todo el mundo sabe- el 6 de Enero. Aun así, y a pesar de las horas, quería hacer una entrada pequeña y algo tonta de mi vuelta a Londres tras unas Navidades fantásticas con la familia.
El año pasado tuve que volver el mismo día de Nochevieja por los horarios de la familia (que me necesitaban el día 3), y lo carísimos que eran los vuelos de vuelta a partir del 1 de Enero. Conclusión, me encontré cantando Auld Laud Syng en lugar de comer las tradicionales uvas con las campanadas.
Este año he podido volver más tarde, aunque eso sí, me he vuelto a perder el día de Reyes, porque para los que aún lo duden, no hay Reyes en UK, por lo que me voy a ahorrar el
El sábado 3 a las seis de la mañana ya estaba saliendo yo de mi piso cerquita de la playa para coger un avión con Ryanair que por fortuna, no se retrasó.
Eso sí, debido a que me puse en la cola de las últimas, terminaron facturándome la maleta por mucho que yo discutiera, porque tenía mi portátil dentro - por supuesto lo saqué, no fuera que me lo rompieran con la manera que tienen de manejar las maletas. Lo que me mosqueó fue que desde mi sitio vi al menos cinco huecos en los portaequipajes de alrededor que estaban vacíos o rellenos con algún chaquetón.
Hablando de maletas, últimamente el Facebook me ha saltado con muchos comentarios, fotos y blogs en los que la comida ibérica en las maletas de vuelta no faltan. Yo, entre que no soy muy ibérica y mi familia de acogida no puede comer cerdo, pues sólo me traje queso curado del bueno, pan rayado del finito con perejil (que difícil es encontrar un buen pan rayado en Inglaterra) y poco más.
No hay mucho más de lo que quejarse hasta llegar a Londres,
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