martes, 25 de marzo de 2014

Richmond (I): Park aventuras


El Parque de Richmond aparece también en mi entrada de Zonas Verdes, pero muy brevemente. Después de mi última excursión a Richmond, me entraron ganas de hablar de mis aventuras con el barro, los ciervos, y los caminos perdidos que no llevan a ninguna parte. Y es que este parque de 9km2 se merece un artículo casi tan grande como él.

Os imaginaréis que con tantos kilómetros, el parque tiene varios vecinos. Las poblaciones con las que linda son tantas, que en realidad no sé porqué se llama Richmond Park: Ham, Richmond, East Sheen, Roehampton, y Kingston, tienen varias puertas o Gates para acceder a él, como podéis ver en el mapa:


Sí, como veis puede atravesar el parque en coche, y se tarda entre5min (si tienes suerte y no hay caravana) y 20min.


















Antes de empezar con mis aventuras, os comento un par de curiosidades:

¿Sabías que el Parque de Richmond...


... es el parque interurbano más grande de Europa, y es casi tres veces más grandes que Central Park en Nueva York?


... tiene una vista protegida de la Catedral de San Paul? Se encuentra en el Montículo del Rey Enrique, dentro de Pembroke Lodge, al oeste del parque.


Foto Wikipedia; debido a una boda,
Pembroke Lodge estaba reservado y
no tenía idea de esta vista.


Aventura 1

Aunque esto ocurrió hace tres años, en mi primera visita a Inglaterra, lo recuerdo como si fuera ayer. Atravesamos con el coche toda la parte norte del parque, desde Richmond hasta East Sheen, donde me lié a hacer vídeos como loca de lo que me pareció una sabana. Era Agosto y estaba todo amarillo, para luego digan que no hace nada más que llover.

Nada más aparcar el coche, nos compramos un helado de vainilla con un barquillo de chocolate en el puestecillo de los helados. La vanilla no es mi sabor favorito, pero recuerdo que no había otro. Las opciones eran una bola de helado, dos bolas, helado de doble barquillo, pero nada de diferente sabores, leche.

Una vez con energía heladera en el cuerpo, nos recorrimos casi toda la parte norte del parque andando. (Y diréis: ¿y cómo, sino andando?); bueno, pues podría haber sido en bicicleta, o patinete, como muchas familias que hasta iban en tándem. Por mi parte, hubiera preferido volando, porque nos metimos por algunos matorrales casi más altos que yo, la verdad, aunque valió la pena porque pudimos ver grandes manadas de ciervos y renos.

 
 
En nuestro recorrido también nos encontramos con White Lodge, una mansión de estiglo georgiano (en plan ladrillos blancos, columnas y muchas escaleras), que en su momento fue residencia de real y ahora alberga la Real Escuela de Ballet. 
 
 
 
Aventura 2
 
 
La segunda Park Aventura tuvo lugar el pasado Octubre, precisamente durante la época de apareamiento, donde las hembras están en celo y los machos sólo se dedican a 1)montar a la hembra y 2)luchar contra otros machos; de hecho muchas veces hasta mueren porque no tienen el pensamiento racional de comer.
 
El hecho es que, después de disfrutar de un picnic muy tranquilo junto al estanque principal, cuando mi prima y yo decidimos bajar esas calorías dando una vuelta, y nos encontramos con un macho pastando tranquilo. Esto es, hasta que olió a la hembra y empezó a bramar (¿se dice así?).
 
Después de unos cuantos bramidos, y supongo que debido a la multitud de carteles en el parque que avisan que hay que tener cuidado en la época de celo (sobre todo evitar que los perros se acerquen), mi consejo a mi prima fue largarnos de allí por patas.

 
Pero no, ella tenía que observar el comportamiento animal y extrapolarlo al humano; que si el macho veía una hembra e intentaba llamar su atención, igual que en la discoteca; hasta que ve a otro macho y hay duelo de miradas (o bramidos), para ver quién se queda con la hembra/mujer; y si tiene suerte, llevársela al catre.
 
Vale, conversación pedagógica interesante, si no fuera porque estaba más interesada por salir de allí antes de que los renos empezaran a correr (vaya uno a saber hacia qué dirección) y a chocar sus cuernos...
 
 

 
Aventura 3
 
 
Un muchacho de mi grupo de la segunda aventura nos habló de Isabella Plantation, una zona reservada al sur del parque, y que quedó pendiente ese día. Total, que un domingo soleado, mi prima y yo, a solas por el mundo, quiero decir, por el parque, decidimos (o insistí) en encontrar esta plantación.
 
El camino fue, y no exagero, arduo: tuvimos que luchar contra el barro, contra la vegetación, contra mi nulo sentido de la orientación, contra nuestros estómagos hambrientos, y nuestras urgentes necesidades fisiológicas,... 


 
 ...antes de encontrar ese pequeño paraíso en mitad de la nada:


Estanque en Isabella Plantation, rodeado de plantas exóticas.

Por desgracia, no nos encontramos con las flores de la imagen. Me imagino que inicios de Marzo no es una buena fecha en Inglaterra para ver las flores en flor (puede que cerezos, pero ya está).

No, Isabella Plantation se encontraba en obras, los arbustos pelados, y lo más importante, ¡los servicios cerrados! Sino fuera por estas imágenes que he encontrado en internet, no me replantearía lo de volver en primavera...




Hasta aquí mis Park Aventuras en Richmond, ¡un beso a todos!


No hay comentarios: